180.000 ton de carbono están siendo capturadas en Chocó gracias a un proyecto liderado por la comunidad. 

Este año VERRA aprobó la auditoría del proyecto que avala la captura de 180.000 toneladas de CO2, como resultado de las acciones de conservación desarrolladas entre 2014 y 2020 en el proyecto liderado por la comunidad del consejo comunitario de los Riscales, y apoyado por Conexión -ICCO que contribuye a la conservación de 780 hectáreas del bosque húmedo tropical en el Chocó biogeográfico. 

Esta aprobación marca un hito que consolida el proceso que Conexión – ICCO y el consejo comunitario de los Riscales vienen desarrollando desde el 2014, como una apuesta conjunta para lograr que el Consejo Comunitario reciba la certificación REED+ por sus acciones de conservación en uno de los territorios con mayores niveles de biodiversidad e inequidad en la región.

El Chocó es uno de los departamentos más biodiversos de Colombia, alberga manglares, bosques húmedos y selvas, y habitan más de dos mil especies de flora y fauna endémicas. A su vez, el 63,4% de su población se encuentra en pobreza. Este proyecto representa una oportunidad para la comunidad afrodescendiente en Nuquí, permitiéndoles generar ingresos protegiendo su cultura y biodiversidad. 

Esta iniciativa, diseñada de forma participativa por la comunidad y proyectada a 30 años contempla el desarrollo de diferentes actividades para el uso sostenible de los ecosistemas entre las que se encuentran: el ecoturismo, cosecha de vainilla, pesca artesanal, restauración de manglares, producción de biofertilizantes y hornillas ecoeficientes, con ellas además de promover la protección del bosque se generarán ingresos para los habitantes de Nuquí y las veredas y corregimiento aledaños, impactando en alrededor de 17.000 personas en este departamento. 

Conexión-ICCO ha acompañado el proceso de formulación del plan REDD+ y facilitó el acompañamiento técnico, en articulación con Fondo Acción, que fortaleció el proceso de validación y la primera cosecha aprobada por VERRA. De forma complementaria, y a lo largo de estos años se implementaron acciones que han contribuido al fortalecimiento de la gobernanza territorial de las comunidades étnicas, a través de herramientas de planificación, formación en educación ambiental, bosques y clima, así como capacidad instalada en la comunidad para el desarrollo de acciones de monitoreo, entre otros. 

Gracias a la aprobación de la auditoría, se espera realizar la inscripción de esta primera cosecha en 2024, después de la cual los bonos podrán ser comercializados en mercados nacionales e internacionales.